Con su intervención, el conferenciante nos abrió puertas y ventanas hacia una imagen de la masonería un tanto insólita para lo comúnmente aceptado y reconocido como tal en nuestra sociedad: la Masonería cristiana.
Aquel que se sentó pensando en los masones como hijos de la Revolución francesa, paladines de la libertad, liberales a ultranza, y por qué no decirlo: acérrimos “mata curas”, se levantó –convencido o no, que esta es otra cuestión- sabiendo de una masonería tradicional, profundamente cristiana y respetuosa con la religión, que abre el ser humano a otra dimensión un tanto ignorada, incluso por él mismo.
Lo que empezó siendo un tanto pesado de digerir (los datos y fechas siempre resultan pesados, para un público ávido de información, pero a la postre imprescindibles para situar el tema) acabo interesando a todo el mundo y provocando, tras la intervención del ponente, un animado debate con los asistentes que al final no encontraban la hora para poner punto y final a la conferencia.
En resumen, no todos los masones son iguales, y efectivamente, existe una masonería cristiana.
NOTA :
a los asistentes se les entrego un pequeño libreto informativo sobre el Rito Escoces rectificado y nos quedaron 15-20 en una caja a disposición de quien los precise.
Se pueden solicitar un ejemplar GRATUITO vía email :
Lo primero de todo, gracias por emplear su tiempo en leer, valorar y comentar mi crítica. Es un verdadero aliciente para los que nos iniciamos en estos medios. También quisiera pedir perdón por los fallos técnicos como el que está presente en título, señalado por usted; como el de mezclar los términos “maestre” y “maestro” indiscriminadamente, y otros muchos que habré cometido. Tuve claro mientras escribía que esto podría provocar dentera (o “tericia” como decimos en nuestra tierra) a algún lector perteneciente a la masonería.
ResponderEliminarSiempre trato de ser constructivo, y de sacar algo positivo de cualquier circunstancia. Todos agradecemos a la Concejalía su labor en el campo cultural. Y reconozco el éxito que tuvo el acto en participación (créanme, en San Pedro tenemos un problema muy serio con la participación ciudadana). He expresado en mi crítica como podrían hacer de una conferencia primero aburrida y luego caótica, como la de la pasada noche, a algo más ameno, directo y educativo. De esta forma la gente no saldría confundida, y ello sin caer en el proselitismo, cosa que detesto, al igual que ustedes.
Respecto al tema de la mujer, no critico el hecho en sí, ya que es algo relativamente común en ciertas sociedades, como en algunas cofradías de Semana Santa, como bien he dicho, y varias instituciones tanto religiosas (órdenes) como laicas (organizaciones escultistas); critico el hecho de querer fundamentarlo racionalmente por parte del Sr. Martí. No hay pruebas evidentes de que haya actividades físicas o intelectuales que puedan hacer hombres y no mujeres, y viceversa, salvo las que nos impide nuestra propia fisiología (podemos afirmar con una probabilidad de error casi nula que un hombre no podría nunca dar el pecho a un recién nacido). Partiendo de este razonamiento, y como decía el divulgador Richard Dawkins en uno de sus ensayos, existen tres motivos por los que la gente suele creer en algo que no está basado en la razón crítica: tradición, autoridad y revelación. Dado que no tengo a la masonería por una sociedad autoritaria, y que la “revelación” creo sencillamente que nunca ha existido (además de ser una explicación absurda para el tema que nos atañe), no quedaba otro camino que explicara este hecho que el de la tradición. Algo irracional, pero en este caso inofensivo. Pero repito, lo más probable al querer fundamentar racionalmente algo irracional, es que uno termine en un debate circular y sin salida en el que terminó el Gran Prior aquella noche. Además, recuerdo que el Sr. Martí nunca expresó los puntos exactos del “método” a los que se refería. Por tanto, soy consciente de estar razonando “fuera del recipiente” por no conocer su método, aunque dudo mucho, insisto, que una mujer no fuera capaz de realizarlo.
Paso a explicar lo de “barrer pa' casa”, y de paso pido disculpas por la expresión. Creo que esta entrada del blog no refleja lo que ocurrió entre esas cuatro paredes. Aquella charla no estaba pensada para “profanos”. La gente quiere saber qué hacen y qué quieren los masones. De nada sirve dar fechas y nombres, y mucho menos revelar las tiranteces entre logias si no sabemos nada del oficio y la vida del masón. Y el “animado debate” no fue ni más ni menos que un ensañamiento con el ponente a raíz del tema de la mujer. Muchos no sólo salieron de allí confusos, sino también indignados.
Por último, dar gracias de nuevo por su tiempo, un saludo y perdón por la extensión.